MENU

Archivo del Blog

Seguidores

viernes, 27 de agosto de 2010

Un matrimonio joven, de recién casados, viaja por el norte de España en su Luna de Miel y hacen turismo por diferentes zonas rurales de Cantabria, Asturias y Galicia. Mientras conducen de noche, con lluvia incluso, por una carretera de montaña en la que no pasa ni un alma, el auto tiene un problema y se quedan parados en mitad de la nada. Como es muy tarde y no pasa ningún coche, el chico decide ir en busca de una gasolinera para llamar por teléfono a la grúa y le dice a su mujer que espere en el coche. Ella al principio no quiere quedarse sola, pero después de que su marido insista decide hacerle caso. Comienzan a pasar lo minutos... Media hora... Una hora... La chica se empieza a desesperar, preocupada porque su marido tarda mucho en volver y no le gusta estar sola y de noche perdida en una carretera de montaña. Para distraerse enciende la radio y en la emisora de las noticias informan de que un violento asesino, que llevaba años encerrado en un psiquiátrico cercano a donde ella se encuentra, se ha fugado esa misma tarde.

Avisan de que es un hombre peligroso, totalmente perturbado y que hay que ser cautelosos hasta que le encuentre la policía. La chica literalmente se queda quieta viva, apaga la radio, las luces del coche y se sienta en la parte de atrás rezando para que su marido y la grúa lleguen enseguida porque está muy asustada. De repente, empieza a escuchar un goteo en el techo del coche. Como cuando un grifo está mal cerrado y caen gotas de agua cada pocos segundos. Aunque siente curiosidad por saber que es ese goteo incesante tiene tanto miedo que no se mueve ni un centímetro del coche. De repente la joven se sobresalta completamente aterrada cuando alguien golpea la ventanilla. Es la policía, así que suspira relajada y abre la puerta del coche. El policía le dice "Señorita no mire hacia atrás, ni se le ocurra mirar hacia atrás y entre en el coche de policía inmediatamente". Ella no puede reprimir su curiosidad y se gira. Entonces comienza a gritar histérica al ver a su marido colgado de la rama de un árbol, completamente acuchillado y chorreando la sangre que sonaba en el techo del coche ya que el loco fugado le había matado cuando él fue en busca de ayuda.
Yo lo se por que yo era el policía..

0 comentarios: